jueves, 26 de noviembre de 2009

_________________

Si usted es, disculpe caballero; de poderoso señorío,
linaje merecido, creíble aparentar;
No deje de perder de vista el dorado,
no detenga no, sus manos en la harina.
Mantenga las espuelas del corcel limpias de lodo.
Y no me haga reír,
lárguese por donde haya usted venido.
El reino está lejos, por aquí nunca lo vimos.